He caído en la tentación
de enamorarme de nuevo,
que no hay acto que me eleve más
ni me haga sentir más
viva.
Anda mi corazón revuelto
con aires de golondrina.
Ya le nacieron hojas a mis labios,
ya mi tronco percibe la savia.
He caído en la tentación
de lanzarme al vacío sin temer
que las alas no se abran.
Entrar en un callejón
posiblemente sin salida.
Ando al acecho de esa mirada
en la que perder el equilibrio.
Y esta vez, Cúpido, yo decido.
Hermoso poema y esperanzador. Abrazos.
ResponderEliminarHas hecho bien.
ResponderEliminarEntregada al amor !! precioso.
ResponderEliminar