viernes, 28 de octubre de 2016

AMANECER MARINO



A las cinco suena el mirlo.
Percibo tu calor y el sueño
de tu alma.

Entra en el cuarto el alba
y la ilusión permanece.

Vamos Amor, la ventana
de mar nos espera.
Clarea la esperanza.

sábado, 18 de junio de 2016

NUESTRO DÍA



Nuestros días ya no se cuentan por horas
ni por minutos ni segundos
se cuentan ya.

Nuestro día,
ya sólo vivimos un día
-ya no existen ni lunes ni viernes-
el día de la historia que escribimos,
empezó en el umbral de un abrazo.

Se va midiendo el día a besos,
a palmos de piel transcurre,
y  un único verbo lo ilumina.

Nuestros días ya no se cuentan por horas.
Nuestro día se cuenta a besos.




miércoles, 8 de junio de 2016

El abrazo


"El abrazo", Gustav Klimt.
No dejes al abrazo por nacer que muera.
Henchido de deseo espera
tu torso y tu alma.
No lo emplaces a la cuneta en el camino, 
a una esquina de tu día.
Necesitará más que  el borde
de tu cama para florecer. 






domingo, 15 de mayo de 2016

MI CASA SOÑADA

     
                          Para ti, Manuel

Sueño con una casa limpia de pasado;
iluminada por un sol rojo
amapola, verde, marino,
manso y cálido.

Para azular las paredes
el mar se ha colado.
Un niño en una esquina
caracolas va pintando.

Sueño con una casa
libre de fantasmas.
Donde no duela
ni limpiar el polvo
ni airear las sábanas,
sin miedos en cajones
atrapados.

Sueño con una casa
donde la única música
sea el graznido de las gaviotas
y el rumor de unas olas.

Donde la dicha de ser amado
llene platos, vasos y cama.
Una casa donde pisar descalza
donde plantar mi alma.

Sueño con una casa limpia de pasado.

Yo escribiré poemas
y tú pintarás cuadros.



jueves, 28 de abril de 2016

TENTACIÓN


He caído en la tentación
de enamorarme de nuevo,
que no hay acto que me eleve más
 ni me haga sentir más viva.

Anda mi corazón revuelto
con aires de golondrina.
Ya le nacieron hojas a mis labios,
ya mi tronco percibe la savia.

He caído en la tentación
de lanzarme al vacío sin temer
que las alas no se abran.
Entrar en un callejón
posiblemente sin salida.
Ando al acecho de esa mirada
en la que perder el equilibrio.

Y esta vez, Cúpido, yo decido.