sábado, 22 de agosto de 2015

Reedición: "RESULTA IMPOSIBLE"


Amigo
intento de verdad
comportarme como
creo que a ti te gustaría
que hiciera.

En serio,
seriamente
intento ser
la que no soy
porque por ti
me mantengo
discreta,
a raya
y hasta callada.

Resulta imposible
sin embargo
seguir así por mucho más tiempo,
más de las ocho horas laborables
estipuladas por ley.
Seguir con la función hasta bien
entrada la madrugada
del día siguiente
habiendo empezado
a las seis de la mañana,
que esto no hay actor  que lo resista.

Resulta inaguantable
rechazar la tentación
de ser yo
apasionada trágica explosiva
divertida depresiva cariñosa
erótica guerrera conciliadora
y no llamarte a cada hora
para enternecerme con el timbre
de tu palabra,
embriagarme de tu aliento,
encenderme en tu silencio
tembloroso
que se mantiene a la escucha
del palpito de mi deseo.

Resulta insoportable
mantener las manos en los bolsillos
y no escribir un SMS
mejor llamarlo SOS
porque escriba lo que escriba
susurra o grita
“estoy aquí contesta te necesito”.

Resulta insufrible
amanecer desesperada
ante mi G-mail
y no encontrar
ningún correo en recibidos tuyo
pero sí el maldito periódico
que me envía noticias a todas horas
cuando la única noticia que
a mí me interesa es la tuya
que ya has salido de tu encierro
y que proclamas tu amor por mí.

Resulta inimaginable
conservar la compostura
ante esa improbable
posible visita tuya
y amputar
la yo que yo sé
saldría corriendo a tu encuentro
y se abalanzaría sobre ti
a horcajadas
para abrazarte
estrecha y  ruidosamente
como si volvieras
tras cien años
de guerra en Irak.

Resulta insensato
seguir así por mucho más tiempo
porque yo no soy esa
que para ti he creado,
creyéndome así protegida
de tu definitivo abandono,
porque así puedo gustarte más
ya que a ti te va mejor
con tu manera de ser y hacer
porque tú necesitas silencio lo sé
en este tu ahora.

Resulta impensable
siendo yo la mujer
que desea abrir sus puertas
para recibir tu ariete
besar tu cuello palpitante
morder y que me lamas
lamerte y que me sorbas,
sentir cómo el frío de los pies
se me deshace a abrazos
mientras me mesas el pelo con dulzura,
notar en la palma de la mano
cómo tu corazón abrasa
cuando rozo tu sexo con mis labios.

Lo inadmisible
para ti, supongo,
es que ahora escriba
esto aquí delante de todos
en este bar desierto de ilusiones
esterilizado de humo y amor
y que esto sea para
todos aquellos
que quieran leerlo
porque yo ya estoy harta
de silenciar tanto,
de no hacer lo que yo quiero
para que tú me quieras.







miércoles, 12 de agosto de 2015

Mi único soneto: "En la fiera distancia de tu cuerpo"

                   

Con mis manos tu deseo resigo,
rastro de saliva y fuego aliviaron
cicatrices que otros abandonaron.
Tu devota lengua allí fue testigo.

Con mi deseo tus dedos persigo,
esos rayos de luz que calentaron
cavidades que varios despreciaron.
Tus solícitas manos yo mendigo.

Y ahora que todo es incertidumbre,
en la fiera distancia de tu cuerpo,
tu voz rastreo, cual hábil sabueso.

Mi mente vuelve a aquel instante cumbre
donde codicioso mi hambriento cuerpo
alimentó su sed de carne y hueso.
 
 

jueves, 6 de agosto de 2015

Este jueves un relato: "Frío en el alma"




Frío en el alma

El que ha tenido frío de pequeño, tendrá frío el resto de su vida,
porque el frío de la infancia no se va nunca. El mundo, J.J. Millás.


   −Tengo el invierno dentro –dijo Pilar entre temblores, los dientes le castañeaban   y yo no sabía ya qué echarle encima.

  Pilar se había quedado a pasar la noche en mi casa. Las dos nos habíamos conocido hacía muy poco, en segundo de Filología Hispánica,  pero nos sentimos muy próximas en seguida. Era hermosa Pilar, toda ella; cuerpo, cara, voz, gesto… Del abuelo materno que era gitano, había heredado la tez aceitunada el cabello fuerte y espeso y más negro que el más puro de los azabache. Sus labios bien definidos, delgados pero llenos, sensuales. Era elegante e inteligente, muy inteligente y yo la admiraba por ello; por lo bien que hablaba, por su dominio del lenguaje, por tanto como había leído, por sus escritos… Yo a su lado, me veía fea, ignorante y mediocre, muy mediocre. Pilar escribía unos textos virtuosísimos enredados como su escritura. Solían ser textos amargos, tristes. Toda ella era triste; su voz, su porte, su gesto. Pilar me intrigaba, me atraía su manera de ser, romántica, melancólica. Yo me dejaba llevar y entraba con ella en un mundo tenebroso en el que me sentía desconcertada a la vez que hipnotizada.

   Aquella noche se había quedado en casa porque yo la había invitado. Me apetecía enseñarle mi casa, mi habitación, mis cosas, que conociera a mi madre. Cuando se metió en la cama empezó a temblar. Era invierno, pero un invierno suave de esos de Barcelona, teníamos la calefacción puesta y en su cama había edredón. Yo no lo entendía, llegué a ponerle cuatro mantas más encima, de lana, de las antiguas, de las que pesan. Ella me tranquilizaba:

−Amiga, no pasa nada, no temas. Ya se me pasará. Es al acostarme, siento un frío intenso, dentro, muy dentro, calado en los huesos y en el alma. Es como si tuviera el invierno dentro. Ya hablaremos. Buenas noches.

   A medida que fui conociendo a Pilar, me fui alejando de ella. Lo reconozco, me producía más dolor que otra cosa todo lo que me contaba. Me alejé de ella porque no podía con su dolor, bastante tenía, me dije para justificarme, con mi tristeza. Pilar había sido violada de niña y reiteradamente durante unos años, ya no recuerdo cuántos,  por su abuelo. Cuando le dije que necesitaba ayuda, me dijo que su madre ya la había llevado al psicólogo pero que ella los había mentido, al terapeuta también, que no pensaba contar lo suyo nunca. Yo no entendía como podía vivir con aquello.  Aquello era muy grande para mí y me aparté. Teníamos diecinueve años. Hay fríos que se te meten en la infancia y no salen nunca de tu cuerpo. Eso se lo leí a Millás mucho después y fue entonces cuando comprendí el frío de mi amiga.

Más relatos del frío en el blog de Dorotea.